25.8.11

Cierra la revista Kiss Comix


Hoy dibuja: Agustín Alessio. Una página de "Conectadas"

La primera vez que cobré una historieta fue con una historia breve, de seis páginas en blanco y negro. El cheque, contra todos mis miedos, había llegado desde Barcelona en perfecto estado por UPS y solo tuve que ir al Banco Piano (como me había recomendado Trillo) para cobrarlo. Era mi primer trabajo verdaderamente profesional. Y era para la Kiss. Luego vinieron los libros y otras cosas de mayor trascendencia, pero aquel primer trabajo fue muy importante. Me corroboró que, luego de una década de autoedición, había efectivamente editores que pagaban por las historietas. Hasta ese momento, no estaba del todo seguro de su existencia. La plata estaba ahí, en mi mano. ¡Increible! ¡No tenía que pagar PARA publicar! ¡Me pagaban POR publicar! No era tanta plata, pero en el año 2003, en plena devaluación, mi parte me alcanzaba para pagarme un alquiler y medio mensual de mi casa. Nada mal. Fue el primer paso, para que dos años después, me animara a largar la publicidad como medio de vida.
La Kiss era la última sobreviviente de la época dorada de las revistas antológicas españolas. Han sido veinte años de trayectoria que marcaron a varias generaciones de lectores y dibujantes. Desde su inicio la Kiss Comix contó con las colaboraciones de importante autores argentinos como Ricardo "el loco" Barreiro, Francisco Solano López, Fernando Elizarán, Juan y Gabriel Bobillo, Ignacio Noé, Marcelo Sosa, a los que ya en la década del 2000 se sumaron Atilio Gambedotti, Agustín Alessio, Alejo Valdearena, Diego Greco, Julián Totino Tedesco, Fernando Baldó, Andrés Lozano y muchos otros. Yo trabajé desde el año 2003 hasta el 2009 con múltiples dibujantes y con múltiples pesudónimos. Junto a Alessio hicimos las series "Conectadas", "Las Desvirgadoras" y la inconclusa "Vampiras Blancas". Más tarde con Julián Totino Tedesco realizamos "Chicas Malas" y luego junto a Baldó "Don Dildo". Y creo que me olvido de alguna otra. Fueron muchas páginas, cientos, que siempre fueron pagadas religiosamente un mes después de la publicación. En su comunicado oficial, la editorial aclara que las causas han sido los cambios en la conducta de compra de los lectores, cada vez menos proclives a pasar por el quiosco, y la existencia de contenidos eróticos gratuitos en internet. Como sea, La Kiss ya no está entre nosotros. Es por eso que quiero agradecer a Emilio Bernardez, Sergi Puertas, Montserrat y a todos quienes fueran mis editores mientras fui un colaborador más. Algo se ha perdido. La Kiss era un espacio ideal para el fogueo de muchos nuevos autores. Varios grandes de hoy en día, dieron sus primeros pasos entre coños y pollas, en las páginas de la Kiss. Sin ir más lejos, Paco Roca, tal vez el dibujante más importante que ha dado España en los últimos años, autor de joyas como Arrugas y el Invierno del Dibujante, se puede encontrar en los números viejos. Dificilmente la Kiss Comix reciba homenajes y tributos oficiales. Sus hacedores tampoco los hubieran querido, supongo. Pero La Kiss ha hecho mucho bien por la historieta. Claro que si hay algo que ha demostrado La Fierro, es que hasta lo más impensado puede volver. Así que, quién dice, tal vez en quince años, tengamos a la Kiss de vuelta entre nosotros, con nuevos autores y nuevo bríos.
D.