En rigor la historia de "El Asco" comienza hace más de diez años, con una primera versión en blanco y negro, distinta, mucho más cercana a otros trabajos que hicimos con Ginevra por aquella época, como el unitario de la antología Néstor Comics: Puerto Kapruccia. Nuestra intención era sacar un primer libro largo autoeditado por La Productora. Era el año 2000 y todavía, en ese entonces, proponerse hacer un libro en vez de un fanzine periódico revestía algún tipo de novedad. El libro nunca se hizo, pero quedó el proyecto, que fue reescrito es varias oportunidades. Lo rehicimos con Dante en forma de muestra de cuatro páginas en el 2005, cambiamos el estilo, se simplificó la línea y apareció ese segundo color marrón. Era el momento de mi primer viaje por Europa para visitar editores. No hubo suerte y las cuatro páginas quedaron ahí, en el olvido del último cajón. Lo retomamos casi un año más tarde, cuando el blog Historietas Reales inició sus actividades a principios del 2006 y que terminó cambiando, aunque sea un poco y por un breve tiempo, la cara de la historieta argentina de la época. Facebook todavía no había aparecido y casi toda interacción social en línea aún se llevaba a cabo entre los comentarios de los blogs y los foros. Una página por semana y a esperar las decenas de respuestas, de reacciones, de febriles demostraciones de aliento y alguna que otra crítica o queja. A muchos lectores los conocimos, unos pocos se hicieron amigos y colaboradores. Ese fue el caso de Claire Latxage, una chica francesa que empezó leyendo El Asco y terminó rodeada de historieta argentina y latinoamericana. Y le gustó tanto que decidió fundar una editorial en Francia especialmente dedicada a la historieta de nuestro continente. La editorial se llama Insula y "Le Dègout" es su primer libro. El peregrinaje sigue y ya no sé a dónde más llegará esta historia. Nunca se sabe. Eso es lo lindo.