Durante la convención Comicópolis del 2013 tuve la suerte de conocer a Greg Lockart, editor de Vertigo, uno de los invitados a la convención. Nos habían avisado que estaba buscando historias breves, así que llevé varias traducidas y debidamente rotuladas en inglés. Por suerte gustaron y un par de meses después, en pleno enero, cuando estaba por disponerme a disfrutar de unas vacaciones en casa, me escribe Greg para proponerme que me encargue de una de las historias de esta antología. Obviamente interrumpí de inmediato mis pseudo-vacaciones y me dediqué gran parte del mes a pensar ideas y escribir sinopsis.
La consigna era estimulante pero compleja, había que basarse en el color amarillo. La historia elegida fue The Signal, una fábula apocalíptica con semáforos y gente ida. Luego tuve que proponer dibujantes, así que mandé muestras de todos con los que trabajo y alguno más. Lucas Varela salió favorecido y listo, después solo restó hacer la historieta en sí. Lo cuál no fue nada fácil. Escribir diálogos en otro idioma es una trampa permanente, es difícil saber cuándo la estás pifiando. Y lo peor que podés hacer es ir a lo seguro y escribir neutro, porque queda antinatural, agarrotado. Se lee el miedo a fallar. Así que pedí ayuda a Lea Paolini y Andrés Accorsi para que me asistan con el inglés y la mandé cruzando todos los dedos posibles. Es mi primer trabajo profesional para EEUU y nada menos que para DC Comics. Desde que tengo memoria había querido intentar suerte en EEUU, pero siempre pensé que los primeros pasos serían en pequeñas editoriales ignotas. Bueno, no.
Siempre digo que al trabajar para Europa uno puede sentir que camina un sendero que asentaron otros antes que uno: Trillo, Oesterheld, Barreiro, Wood, Sampayo, por solo nombrar guionistas. Pero en EEUU es distinto. El idioma no es un tema menor y la forma de trabajo es otra. Claro que nos ayudan decenas de dibujantes que llevan décadas colaborando con las editoriales estadounidenses, desde los años 30 hasta la actualidad.
"The Signal" es tan solo una historia corta en una antología, pero algo es algo. Y para mi es mucho. Es probable que esta sea la primera vez que un guionista argentino publica en DC Comics, una experiencia que se suma a la de Diego Cortes en Image o Luciano Saracino en Dark Horse. De a poco, los guionistas vamos metiendo la nariz. Tal vez, con suerte, algún día, sea algo habitual. Como con los dibujantes.
Habrá que intentarlo. Nunca se sabe.
D.A