Según a quién uno le pregunte, "el Tano" como le decían amigos y colaboradores, era un buen tipo, un valiente, un hijo de puta, un gorila alfonsinista, un necio, etc. Y todos deben tener alguna razón para decirlo. Claro que ahora que se murió, todos van a hablar medianamente bien, como corresponde. Y no será hipocresía. Porque más allá de los quilombos, el tipo tenía un talento innegable como dibujante y otro muy diferente, pero no menor, como empresario y editor. Yo lo conocí por muy poco tiempo, eventualmente, apenas lo saludé, bah. Pero su muerte me pegó fuerte. Y fue por su obra. Por las revistas y libros que el editó. Y por la nómina extensísima de autores que pasarían a ser parte del panteón de favoritos de cualquier lector de historieta nacional. Las revistas de la Urraca fueron formativas para muchos de mi generación, como lo fueron las de Oesterheld para la generación de Cascioli. No de la misma forma, pero con una intensidad similar. Llegaba la Humor a casa y antes de que la agarrara mi viejo, yo me leía todas las historietas, incluso aquellas que no entendía del todo, como "Desvínculos" o algunas de Peyró. Pero recuerdo claramente estar tirado leyendo "Los Alfonsín" o "Joven Argentino" de Rep, "La Clínica del Doctor Cureta" por Ceo, todo lo de Grondona White (mi favorito total), Fortín, Tabaré, Limura, Maitena, Petisui, Maicas, etc. Así fue como un día quedé trastornado luego de leer "La Feria de los Inmortales" de Enki Bilal. Cascioli fue el responsable de que en Argentina se comenzara a leer historieta europea. De que nos enteremos que muchos de los nuestros eran ídolos en el exterior, de repatriar a Muñoz, a Altuna, A Juan Jiménez. Primero con aquella maravilla de revista, que era la Superhumor, luego con la definitiva y primordial "Fierro". Pero en el medio, tuvo su tiempo histórico una de las mejores revistas que leí en mi vida, así a secas, incluyendo todos los géneros, épocas y estilos: LA HUMI. Si adoraba la Humor y después me enamoré de la Fierro, con la Humi fue peor. Será por que me agarró justo. Era una revista para chicos, y yo era un chico. Por eso, por Satiricón, Humor, El Amarillo, Fierro, Superhumor, Sexhumor, Humi, Raf, El Péndulo, los libros de Manara, Ranxerox, los de Trillo y Altuna, el de Marcelo Lacanna, los de Pratt, Bicherío, los diez primeros números del Cazador, los de Grondona White, los de Gloria Guerrero, y muchísimos más: Gracias Andrés Cascioli.