Cuando Uriaki Posta muere y aparece en el Infierno, está seguro de que es un error: ¿cómo un gurú del desarrollo personal con millones de seguidores podría terminar condenado? Pero ni con todos sus trucos de coaching logra convencer a la burocracia infernal. Y la verdad, tampoco es fácil para Lucifer y su equipo de príncipes demoníacos: están desbordados de almas condenadas y en el Cielo no mandan ni una directiva. El Gran Jefe hace rato que no atiende el teléfono celeste.
Pronto también en Argentina por Hotel de las Ideas