Ahí arriba, una nueva página de Zabaletta, recién salida del tablero de Ginevra.
Si bien las repercusiones de El Asco son todavía muy dispersas y esporádicas, no dejan de ser muy buenas y nos tienen muy contentos. No obstante estoy sorprendido por la diversidad de reacciones que ha suscitado el final. No voy a spoilear nada, pero que haya tanta gente, incluso muchos cuyo juicio lector respeto muchísimo, diciéndome que por qué hicimos un final feliz, me deja atónito. Por suerte hay algunos varios que la han cazado para el lado que yo me propuse, lo cual, me da cierta paz de conciencia. De todas maneras hay que aceptar cierto grado de fracaso: o nos zarpamos de sutiles, de exigentes, de snobs, de ambiguos o no sé. Lo cierto es que nunca me propuse hacer algo críptico, "para pocos", cosa que suelo detestar. Cuando las historias se vuelven un simple juego de ingenio interpretante, pasan de ser inteligentes a ser una verdadera paja mental. Espero no haber caído en esta lamentable categoría. En todo caso, juro que fue sin querer.