22.3.10

Europa 2010 parte 1: Madrid, Barcelona, Angoulême.

Bueno, luego de un mes de haber regresado, ya he juntado suficiente energía como para encarar una crónica que le haga un poco de justicia a semejante viaje. Fue todo un mes en el que úde visitar las ciudades de Madrid, Barcelona, Angoulême, París, Lyon, Grenoble y Melilla. Vayamos por partes:

Madrid:
Apenas llegamos a Madrid con Laura, nos encontramos con Darío Adanti, dibujante argentino residente en España, bien conocido en nuestro medio por su paso por la revista “Suélteme” y otras publicaciones de los 90’s. Hoy por hoy Darío goza de la reciente popularidad de su libro “Mis problemas con Amenábar”, escrito por el crítico cinematográfico Jordi Costa, que ya tiene varias reediciones en la madre patria. El libro fue la primera adquisición historietil del viaje, y ahora, tras haberlo leído, puedo asegurar que es una pequeña joya. Apenas llegamos fuimos hasta Plaza de Santa Ana, donde nos encontramos con muchos de sus amigos madrileños, entre quienes se encontraban los dibujantes Paco Olivares y Mauro Entrialgo, uno de mis autores españoles preferidos de la actualidad. Comimos jamón, croquetas, tapas y conocimos la casa de Cervantes en al barrio de las Letras. En todos los viajes que hice los días resultan muy escasos en Madrid, siento una deuda importante con esa ciudad con tantos amigos y cosas para ver. Pero una vez más, no había tiempo, al otro día teníamos las presentaciones de Planeta Extra en Barcelona.

Con Darío y Laura en Plaza Santa Ana, Madrid.

Barcelona:
Llegamos y nos hospedamos en la casa de los amigos Juliana y Gonzalo, nuestros anfitriones habituales en esta ciudad. Nos encontramos con Gabriel Ippóliti que había viajado directamente y fuimos hasta la sede de Editorial Planeta DeAgostini, cuyo edificio es verdaderamente impresionante, ya que está rodeado completamente por canteros con plantas y árboles, desde el primero hasta el último piso. Allí conocimos a nuestros editores, con quienes armamos la agenda de actividades: varias notas de prensa para radios y diarios locales, y lo más importante: la presentación del libro en la librería Fnac de la Diagonal. La presentación estuvo muy bien, con muchas preguntas por parte del público y buena cobertura de medios, como puede verse en el post anterior. Luego de un par de días de promoción del libro en Barcelona, encaramos directamente hacia Angoulême, donde estaba por comenzar su famoso festival anual.

Junto a Ippóliti firmando libros luego de la presentación de Planeta Extra en la Fnac.

Angoulême:
Llegamos una mañana helada desde la ciudad de Limoge, en un tren de un solo vagón. De allí fuimos hasta la casa de Madame Barit, una amabilísima señora francesa, que como hacen muchos residentes cada año, abandona su casa por cuatro días, para brindarla como hospedaje a los visitantes. El primer día acudimos con Gabriel a contactarnos con quienes nos invitaron a participar de la muestra “Cent pour Cent”, es decir, algunos de los responsables de las diferentes áreas de “la Cité de la Bande Desinée et de la Image”. Allí nos explicaron, que “La Cité” es una cosa y el “Festival” es otra, dos organizaciones diferentes que colaboran estrechamente. Mientras el festival se extiende solo cuatro días por año, y es organizado por una empresa privada, “la Cité” es un complejo de varias instalaciones que realizan actividades durante todo el año, ya que está financiada por la misma ciudad de Angoulême y la región Poitou-Charentes. En sí, “La Cité” está compuesta por “La Maison des Auters”, el complejo “Batiment-Castro” donde puede encontrarse una enorme biblioteca de BD, un centro de estudios, un cine, salas de exposición, un restaurant, etc, y finalmente, tras cruzar el río Charente, el nuevo Museo de la BD.

Se ve que no se decidieron en cómo ponerle a la calle principal, así que pusieron Hergé - Goscinny.

El nuevo museo:
Si bien todo merece visitarse, el nuevo Museo de la BD es lo más impresionante. Al entrar, cualquier fanático de las historietas corre peligro cardíaco, en serio. La sala principal está consagrada a la historia de la historieta mundial, haciendo hincapié en la francesa. Así es como en una misma y enorme sala, uno puede encontrar originales de los autores más célebres e importantes de la historia: Töpffer, Outcault, McCay, Eisner, Pratt, Kirby, Breccia, Hergé, y un larguísimo etécetera. Sólo para apreciar a conciencia esa sala, se deben dispensar varias horas. Cada vitrina abarca una época y poseen pantallas por las que pasan documentales sobre los autores exhibidos.

Interior de la muestra estable del nuevo museo de la BD.

La muestra “Cent pour Cent”:
Para inaugurar el museo, “La Cité” contactó a cien autores de todo el mundo con el objetivo de que reversionaran alguna de las miles de páginas originales que el nuevo Museo tiene en su haber. Así fue como fuimos convocados junto a Gabriel Ippóliti. Pudimos ver la exposición entera, con todas las versiones y los originales homenajeados. También nos entregaron el impresionante catálogo, un librote de más de 300 páginas, que contiene toda la exposición y los textos que la acompañaban. Durante la inauguración, un par de días más tarde, pudimos conversar con mucha gente del medio europeo, desde organizadores de eventos y periodistas hasta importantes autores como Lewis Trondheim o José Muñoz. Daba un poco de vértigo verse en la contratapa del catálogo de la exposición, entre algunos de los autores más sobresalientes de la historia del medio.

Inauguración de la muestra Cent pour Cent

La charla sobre la Nueva Historieta Argentina:
El viernes 29 brindamos nuestras charlas para el público del festival. En mi caso, no pude quedar más satisfecho. Fue a sala llena, en el Museo de la BD, y tuve que contestar decenas de preguntas que nos hicieron desde el público. La charla, si bien se presentó como un panorama desde Oesterheld hasta Trillo, hizo foco en los autores de la Nueva Historieta Argentina. Para ilustrar los conceptos de la conferencia, armé un powerpoint con más de cuarenta autores de la actualidad. Desde aquí les agradezco a todos los convocados por haberme ayudado eligiendo y mandándome sus páginas. Realmente despertaron el interés de la concurrencia, entre los que había editores y varios periodistas especializados. Como había muchas preguntas al respecto de los autores elegidos, al final directamente puse Internet en la pantalla gigante e iba mostrando los blogs de cada uno, para que la gente pusiera tomar de sus direcciones. Entonces me di cuenta que vendría bien que existiera algo así como un índice de blogs de autores nacionales. Sería de mucha utilidad. Terminamos el día con los festejos por la inauguración oficial del Museo, meta canapé y copetín.

Fachada del Museo de la BD

Próximamente, la segunda parte: sore los editores y las vicisitudes de pasear un proyecto de BD por Angoulême. Hasta pronto. D.