Ippóliti acaba de tener un nuevo hijo de las tierras galas. Se trata del álbum "Oscillation perturbante pour le réseau", con guión del escritor francés Vincent Ravalec. Yo participé de esta obra como traductor al castellano para que Gabriel pueda entender qué le pedía el guionista. Fue MUCHO trabajo porque el libro trancurre en una Paris surreal y había toneladas de documentación que buscar. Si bien yo cobré por mis servicios traductoriles, lo mejor fue que Ippóliti me homenajeó convirtiéndome en taxista parisino. Este ha sido mi debut como actor en la BD francesa.
MÁTENME:
En otro orden de cosas, no menos menos simpática, me morfé un terrible bajón. En el post anterior yo hablaba de la misteriosa selección de autores jóvenes para exposición de Angouleme. Resulta que ayer se me ocurre consultar una casilla de mail de esas que a uno le quedan ahí, porque sí, abandonadas. Entre otros mails de similar importancia, encontré cuatro mails de Lucas Nine invitándonos a mí y a Ginevra a participar de dicha muestra. Allá por noviembre. Bárbaro. Genial. Fabuloso.
Espero que a los que sí expusieron (que seguro chequean sus casillas olvidadas) les haya ido muy bien, que haya quedado todo lindo, y que ARDAN EN EL INFIERNO POR TODA LA ETERNIDAD. Disculpen, pero tengo que sacarme el resentimiento de adentro, sino me ulcero el duodeno.
Si me ven por la calle, patéenme.
Si me ven por la calle, patéenme.
Chaus